El desarrollo personal
pasa por ser conscientes de una determinada circunstancia, a partir de la cual empezamos un camino hacia otro estado mejor que nos va a satisfacer mucho más, siendo el camino recorrido lo que denominaremos desarrollo personal.
Esta circunstancia puede ser de cualquier tipo; anímica, profesional, personal de salud…, y va a depender de cada uno de nosotros, como nos va a afectar en el momento de ser conscientes.
El abismo, la desesperación, la impotencia, vértigo…
serían algunas de las emociones o sensaciones que podemos sentir en el mismo instante de “abrir los ojos” a esta nueva realidad, o a nuestra realidad. Siendo ésta emoción necesaria para advertirnos que debemos pararnos y hacer una breve reflexión. Pensar sobre la situación y permitirnos hacer un chequeo emocional, de donde estamos y de si realmente queremos estar en este estado que anímicamente no nos satisface.
El análisis
de la situación es el segundo paso. Ver que cantidad de aspectos están a nuestro alcance y cuales no. Aquí en este momento todavía estamos en un momento de “stanby”, pero ya con cierta actividad emocional, ya que somos conscientes de que debemos empezar a trazar un plan.
El plan que nos permita dirigirnos a ese estado que nos hará sentir mejor. Vamos con algún ejemplo:
Ejemplo; Estamos en nuestro trabajo y de pronto nos damos cuenta que hemos perdido “la chispa”, “la motivación” “el sentido” a la actividad que estamos realizando. En ese instante se nos pueden pasar muchos pensamientos por nuestra mente y seguramente ninguno positivo. Siendo conscientes que esto no nos satisface, puede dar comienzo a una bajada de rendimiento, mal humor, baja productividad…, sentir que has invertido mucho tiempo de tu vida para acabar así…
Se puede aplicar a muchos ámbitos. ¿ se te ocurre alguno?
¿ Qué hacer?
Después de trazar nuestro plan de cambio o de mejora, debemos de actuar a pequeños pasos que nos dirijan a nuestra mejora. Todo esto acompañado de dosis de ejercicio físico así como una dieta muy equilibrada, ya que ambas cosas van a facilitar a nuestro cuerpo la fabricación de serotonina, ya que será la encargada de multiplicar nuestra felicidad de manera directa o indirecta, ayudándonos por una parte a cumplir nuestro objetivo, a la fabricación de plaquetas y evitar que nuestro sistema inmunológico se entretenga con nosotros mismos provocándonos depresión, ira, falta de sueño…
y sobre todo:
activar la Voluntad para hacernos mejores y más fuertes.
¿ Cual será tu siguiente paso pequeño?